martes, 25 de mayo de 2010

Historia de una hora

Prólogo

El amor esta de moda, adondequiera que voltees lo puedes ver, en sus formas mas modernizadas como el día de san Valentín o la música barata, así es, el amor es el “juguete” de estas navidades.

Esta en nuestra naturaleza comercializar todo lo que cae en nuestras traviesas manos, lo producimos al por mayor, lo ponemos al alcance de todos, queremos que el hombre del mañana no ambicione nada, ya que podrá presumir al final de su vida que no le falto nada. Habrá experimentado todo tipo de sensaciones sintéticas y así el hombre del mañana será un ciudadano modelo.

Pero este libro no es solo un capricho pasajero, también deseo vivir, deseo sentir y al final de mi vida deseo hacerlo sabiendo que no tengo razones para quedarme, que puedo presumir de haber vivido de verdad.
El amor lo he descubierto como tema de conversación interminable, pero siempre he tenido una fuerte postura sobre lo que es el amor. Es lo que nos hace trascender de lo humano, nos obliga a vivir y a disfrutar de la vida.

El amor noble, el amor verdadero están a muy poco de desaparecer de las ambiciones de la gente, con él desaparecen muchas mas cosas, al no ser algo tangible no puedo salir a las calles y pedir protección para el amor en nombre de green peace, pero puedo amar y decirles que amen y tengan en cuenta que el amor verdadero esta allá afuera, y no se desesperen si parece nunca llegar, para el amor sirve ser un poco necio.

Historia de una hora



Día 1


-Chica

Otra estación. El vagón se va quedando vacío. Bajan más personas. No sube nadie, de todos modos da igual cincuenta sujetos o solo cinco en un mismo vagón, todos serian perfectos desconocidos. En el salón somos cincuenta y todos conocen a todos. Aquí nadie habla.
¿Por cuánto tiempo he viajado?

Otra estación. En el vagón de a lado parecen mas animados. Seguramente en el vagón del centro habrá mucha gente. De que sirve que todos los vagones estén conectados si de todos modos nadie se distribuye. Todos al centro nadie en los extremos.

Se acerca alguien del otro vagón. Supongo que buscará algún asiento. Se sienta frente a mi, unos asientos mas lejos. Es un chico, no le puedo ver bien la cara. ¡Vamos! Levanta tu cara, ¡déjame verte! Es muy guapo, pero se ve molesto. No, molesto no, tal vez decepcionado, o simplemente no se ve feliz, demasiado tranquilo.
¡Me miró! Seguramente se dio cuenta que lo estoy viendo. ¡Que pena! Seguramente se cambiara de lugar, o de vagón. No puedo ver que esta haciendo, ¿me seguirá mirando? Voy a volver a mirar. Ya se volteó. ¡Que bien, levantó más la cara! Tiene un lindo perfil, es muy delicado. ¿Qué edad tendrá? Por su estatura parece de mi edad, pero su cara es muy fina.

Otra estación.¡Volteó de nuevo! No me está viendo a mi, esta mirando el cartel con las estaciones. Claro, esta arriba de mi asiento. Ahora lo puedo ver de frente, en verdad es guapo. ¡Ahora si me vio! Ya van dos veces, estará pensando: “¿Que pasa con esta tipa?, no deja de espiarme”. Levantare la mirada, me veré mas rara viendo sus tenis. Aún me ve. ¿Creerá que soy bonita? Ya se volteó. ¿Tuvo pena o se aburrió?

Otra estación. Otro chico entra. Se sienta enfrente del otro chico, a unos cuantos asientos al lado mío. Tampoco es feo, pero no es tan guapo como el otro. Hablando del otro, ¿por que está viendo a quién acaba de entrar? ¿frunció el ceño? ¿lo conocerá de algún lado? No creo, se hubieran saludado o algo. O tal vez creerá que me fijaré mas en él. ¿Estará celoso? ¡Tal ves le gusté! El chico nuevo me esta mirando. ¡Les gusto a ambos! Que pena, pero se siente bien al mismo tiempo.

Otra estación. Tal vez no les gusto a ambos, tal vez a ninguno. ¿Pero por que ahora los dos me ven a mi? El chico guapo ahora si se ve un poco molesto. El otro se ve más tranquilo, como que un poco feliz. Aparte de nosotros no hay nadie en el vagón, así que no hay nadie a quien mas ver. Soy la única chica. Siento que puedo conseguir a cualquier chico, pero solo me interesa uno. Es como una pelea entre pretendientes, pero en silencio, cuyas únicas armas son miradas insistentes.

Otra estación. En la próxima estación me bajo. Ojalá el chico guapo se baje también ahí. Entonces podríamos platicar y saber como se llama, dónde vive, tal vez vive cerca de mi casa y yo nunca me di cuenta. Las historias de amor más lindas se dieron en extrañas circunstancias, las parejas de las películas se conocieron solo de pasada, el amor a primera vista. ¿Me estará pasando eso? Lo acabo de conocer y ya me estoy imaginando toda una vida con él, ¿qué me estará pasando?

Última estación. Ya es hora, me voy a bajar enfrente suyo. Caminó cerca de él, lo miro de reojo, la puerta se abre. Primeros pasos fuera, aquí me detendré. Una mano toca mi hombro.
¡Tengamos una linda historia de amor chico misterioso!



-Chico

No sé ni por que me voy a subir hasta el último vagón, de todos modos esta vacío todo el metro. Y de todos modos no viajo muchas estaciones. El último vagón esta casi vacío, como lo sospechaba. Hay dos personas, un tipo y una chica. Ella es muy guapa, ¿me pregunto donde bajara? El otro tipo parece no importarle estar solo en un vagón con una niña tan hermosa, es como para acercársele y hacerle la plática. Yo lo hubiera hecho. Quien sabe desde hace cuantas estaciones viene solo en el vagón con ella y sigue solo viendo a la ventana, con esa cara de pocos amigos. Idiota.

Otra estación. Mirando de nuevo a la chica veo que es como de mi edad, no es muy chaparrita, ni muy alta. Tiene un lindo rostro y un bonito cuerpo, ¡que bien se le ve con esos pants que lleva! Pelo largo, y castaño, lindos ojos. En la calle no ves a este tipo de hermosuras, solo gordas y prietas. Tengo suerte al habérmela encontrado, y aparte estamos solos, una vagón solo para ti y para mi. No, aún está el idiota este.

Otra estación. El tipo ese la está viendo. Seguramente piensa, al igual que yo, que esta niña es una hermosura. Seguramente la ha estado mirando de reojo desde hace rato. No amigo, así no funciona esto, debes tener una mirada fija y segura, como la de encantador de serpientes. Que sepa que la miras, haz que ella busque tu mirada y una vez que la tienes, mantenla, sonríele, y entonces, esa chica será tuya, habrás logrado un lazo entre tú y ella, un lazo que no querrá romper. Pero no sé por que no me funciona mi mirada con esta chica, ella no me está mirando a mi.

Última estación. Ella se para, camina hacia donde estoy yo, se baja por el lado junto a mi. Veo que tiene un lindo trasero. Es un desperdicio, como puede ser que una chica tan hermosa haya ignorado mi mirada, si no me estaba viendo a mí ¿a quién miraba entonces?



-Chico g

¿Por qué a la gente le gustará estar amontonada? Son diez vagones pero son como cuatro los que están a reventar. Seguramente en el ultimo vagón habrá lugar. Podría sentarme junto a esa señora, pero su trasero ocupa asiento y medio, o con aquel anciano, pero esta babeando y balanceándose, o junto a ese niño berrinchudo, o con aquel vago apestoso. Pero creo que por hoy no.

Los vagones están cada vez más vacíos, en este hay lugares sin “vecinos molestos”, pero creo que el último está totalmente vacío. No, no lo está, hay una chica. Nadie más.

Debió haber venido desde hace rato aquí, cuando habían más personas, no creo que esto halla estado vacío mucho tiempo, por su apariencia tal vez venía acompañada por sus amigos, no viene muy arreglada pero tampoco desaliñada, algo informal. Muchos le dirían sexy o bonita, pero tiene un “je ne sais quoi” que no me agrada del todo.

Otra estación. ¿Cuántas más faltan? Tres, no son muchas, pero con el metro nunca se sabe cuanto tiempo pueda pasar de una a otra. ¿Ella en cuántas bajará? Se ve incomoda, será que se esta aburriendo de estar aquí o será mi presencia. Es natural, solo somos dos en el vagón, cuando hay más gente puedes perder tu mirada viendo a cualquiera o a nadie, como solo somos dos es difícil ver a otra parte mas que hacia mi. Es duro admitirlo, pero no se por que la volteo a ver constantemente. ¿Estarán de moda los pantalones a las rodillas? Muchas chicas están llevando pantalones que no las cubren, aún haciendo frío, no le veo utilidad practica, o un atractivo en especial. Pero esta chica tiene unas lindas pantorrillas.

Otra estación. Entra alguien más al vagón, un tipo. Se sentó justamente delante de mi. Las tres personas que hay en este vagón están muy cerca la una de la otra, es como una pequeña representación de lo que pasa en todo el metro, nos agrupamos todos. El tipo es bastante normal, como todos los demás jóvenes tiene una exagerada cantidad de gel en el cabello. ¿Tan importante es el peinado para ellos?

No deja de ver a la chica. Quien es linda aquí es linda en china. Ve a la chica con mucha insistencia. Piensa que solo con verla ella lo volteará a ver, tiene demasiada confianza en él, si se viera en los ojos de alguien mas sabría que se ve bastante corriente. Pero ella tal vez lo voltee a ver, los jóvenes parecen buscar una actitud estúpida e inconsciente en los demás, es llevar la rebeldía juvenil a un nivel más bajo, un desinterés por todo y un valemadrismo no es algo de lo que sentirse orgullo, vaya juventud jodida.

Otra estación. Ella apenas si lo ha volteado a ver, en lugar de eso ha mirado o la ventana o a mi. Habrá encontrado algo de interés en mi que en el no. ¿Pero qué? No puedo evitar corresponderle la mirada, y ver a la demás ella. No es fea, tendrá mas o menos mi edad, sostiene una bolsa contra sí misma. La abraza. Su piel es blanca, pero no pálida. Parece una piel suave. Su cara se ve nerviosa, será por estar sola con dos hombres en un vagón, o por que el otro tipo no ha dejado de verla. Tiene ojos color gris. Sabía que no era muy comunes, pero no me imaginaba que podrían ser tan cautivadores. Una boca pequeña, labios rosas, como una muñeca de porcelana.

Otra estación. Ahora está sonriendo. Aprieta más la bolsa contra si. Tal vez ya va a bajar, parece como si no quisiera hacerlo, o como si esperase algo. Ahora sonríe aún más. Algo se esta imaginando. Entiendo como es eso. A veces sin notarlo sigo con mi mirada objetos imaginarios, entonces parece como si siguiera a una mosca o a una partícula de polvo flotando sobre el aire. Es divertido soñar despierto, tenemos eso en común. Si tenemos algo más en común no creo que ni tu ni yo lo sepamos, la próxima estación se acerca y te estas preparando para salir.



Otra estación. Te acercas a mi, caminas hacia fuera, te detienes. ¿Qué esperas? ¿Que te siga o algo así?.
El otro tipo la sigue, pone su mano en el hombro de ella. Las puertas se cierran. Parece que están hablando, ella me mira a través de la ventana, tiene una mirada triste. ¿Qué esperabas que yo hiciera?, ¿por qué te pones triste? No es mi culpa.

Avanza el metro. Las calles pasan por la ventana, los edificios se alejan. Ella esta cada vez mas lejos. Mientras más se aleja un vacío crece en mi, una profunda tristeza llega. Pero no fue mi culpa. No fue mi culpa.

No fue mi culpa.



Día 2


-Chico g

Otra estación. Se puede ver a través de la ventana que el cielo está nublado. Me gustan esos días que parecen no acabar nunca. Cuando hay cierta humedad en el aire me siento más vivo, como si regresara a una etapa de mí mismo más natural, luego, cuando llueve, los árboles se sienten rejuvenecidos. El musgo que crece entre las banquetas, empujándolas y tomando su espacio, se ve más salvaje que nunca. Siento cómo si la ciudad fuera a ser vencida por la naturaleza y no al revés. Es en estos días nublados que me siento más humano, más sentimental. Es en estos días nublados que recuerdo a aquella chica. Ya va a ser una semana desde que la vi, una semana de culpa inexplicable. Solo espero la culpa se valla como el agua de lluvia.

Otra estación. Entra alguien al vagón. Es el tipo de aquella vez , el que le hablo a ella. ¿Cómo le habrá ido? ¿Qué le habrá dicho? Él también se ha sorprendido al verme, se sienta delante de mí, el mismo lugar que tomó aquella vez. Si ya ha sido en dos ocasiones que nos encontramos en la misma línea del metro ¿es seguro que nos sigamos encontrando en el futuro? ¡El mundo es un pañuelo! Lo escuché decir alguna vez. Aunque no entiendo la relación de los pañuelos y los reencuentros inesperados. Será un pañuelo muy sucio.

Otra estación. El metro está muy silencioso. La estación está casi vacía. Se cierran las puertas y no entra nadie. Una persona viene desde los vagones más adelante. ¿Podrá ser ella?... ¡Es ella! ¿Por qué nos encontramos todos en el mismo vagón? Es un destino muy caprichoso. Se nos queda viendo cómo que entre asustada y muy nerviosa. Se sienta lejos de nosotros. ¿Por qué él y ella no se hablan? Tal vez pasó algo malo entre ellos, si él trató de ligar con alguien que compartía el mismo vagón que él es natural que las cosas puedan salir mal, no se iban a poder tratar como grandes amigos ¿verdad?.

Ella es un manojo de nervios, mira hacia abajo cómo si le asustará lo que podríamos decirle si nos viera. Él la voltea a ver de reojo, como si su presencia le intimidase. No es el mismo chico que subió aquella vez. Su encuentro con ella lo cambio bastante al parecer. ¿Pues que le habrás dicho?

Otra estación. Ella voltea a la tira de estaciones, pareciera ser que se quiere bajar lo más pronto posible. Tal vez el encuentro de aquella vez nos tiene muy nerviosos a los tres. Pero es un poco difícil de entender, suelo ver a chicas guapas en el metro y ellas me han llegado a voltear a ver, ¿por qué solo con ella me pasa esto? Me miró, en cuanto se dio cuenta de que la estaba mirando apartó la mirada. Yo también la he apartado. ¡Si no la veo ella me verá a mi? Quiero verla, quisiera disculparme, pero no se de qué, podré tener el valor que él tipo este tuvo aquella ocasión.

La miro, ella aparta la mirada. ¿Así que me estaba viendo a escondidas? Yo no quiero esconderme, quiero que sepa que notó su presencia, que de una forma u otra ha adquirido importancia para mí. Ella levanta la mirada. Se ve intranquila pero no aparta su mirada de mi. Sus ojos son tan bellos cómo los recuerdo.

Otra estación. Ella sale casi corriendo y se aleja rápidamente. La culpa me regresa cómo aquella vez. ¿Dejaré que pasé lo mismo? ¿Me quedaré sentado dejando que las cosas sigan su curso? Quería disculparme... no, aún quiero disculparme, me salgo rápidamente del vagón, no la veo. La busco entre la gente pero no está, la estación esta casi vacía no podría perderse muy fácilmente. Recorro todo el andén de extremo a extremo. Ella no está, ya se debió haber ido. Una vez más me regresa esta culpa, ¿pero por qué? ¿cuál es mi error?

Quisiera tenerla enfrente de mí, quisiera oírla hablar, quisiera poder hablarle yo, quiero volver a verla. No puedo entender lo que me pasa, ¿por qué ella me ha cambiado tanto en tan poco tiempo?



-Chica

Las relaciones sociales son muy complicadas. Sin ellas enloquecemos y por tenerlas también. Hay cientos de personas en un tren del metro, cientos de perfectos desconocidos, cientos de personas a quienes ignorar día tras día. Pero ¿qué pasa con tres personas en un solo vagón?, dos chicos conmigo, hay muchísimos en la escuela y no pasa nada, pero con dos conmigo, los tres solos en un vagón y pierdo la razón. Se me facilitaría mucho la vida si no los volviera a ver.

Es ya una costumbre ir en el último vagón, la gente tiene un halo de misterio interesante. Debería evitar los lugares donde pudiera encontrarme con los dos chicos de aquella vez pero... ya es muy tarde. Ellos dos están en el vagón. Dios debe de estarse riéndose de mi ahora mismo.

¿Cómo puedo ser tan tonta y tropezar dos veces con la misma piedra? Esta vez las cosas marcharan distinto, esta vez serán como cualquier otra persona para mi. Me sentaré más lejos de ellos esta vez. Los cambios grandes empiezan con pasos pequeños... ¿habrán notado mi presencia? Aquel chico que se me acerco para hablar seguro que si. Hay que reconocer que tuvo valor, pero yo no lo quería a él. El chico guapo aquella vez paso por alto que el otro chico me hablara, pero podría jurar que le vi triste cuando me baje. O tal vez la triste era yo... ¿Pero qué me pasa? Dije que lo iba a olvidar. Mientras no los mire todo estará bien, solo son dos pasajeros más.

Otra estación. La cabeza me da vueltas, no dejo de pensar en él. Es que es tan bello, sus ojos tienen una profundidad infinita, siento que es del tipo de personas que nunca acabas de conocer, que siempre tienen un detalle más que mostrar, que siempre podrán maravillarte. Me intimida un poco verlo fijamente, siento que me desvaneceré en su mirada, pero no puedo evitar verlo, ahora sé que él notó mi presencia, pero... ¿qué tanto? ¿sigo siendo tan solo una chica en el vagón? ¿o ahora soy alguien más? ¿alguien a quien quieras conocer?

Siempre he pensado que puedes comunicarte con una persona viéndola a los ojos. Alguien dijo una vez: “los ojos son la puerta del alma”, ese alguien me ganó la frase por nacer antes que yo. Odio a ese alguien, pero veamos que tanta razón tenemos él y yo, comprobemos esa teoría. Debo soportar su mirada, debo verlo sin esquivar el contacto entre su corazón y el mío... podría escribir una canción sobre esto.

Lo veo, puedo ver su cara a detalle... que guapo, ¡pero hay que concentrarse!, ¿qué tiene tu alma que decirme? Tiene una expresión tan... no sé, pero en mi corazón late el deseo de estar con él, de pasar malos y buenos momentos a su lado, de volver a conocer el mundo con él junto a mi, de rehacer mi historia uniendo la suya a la mía, de conocer de verdad el amor.

Estoy enamorada.

Otra estación. Salgo corriendo, ¿por qué huyo al amor? No se supone que deba enamorarme de chicos en el metro, no sé nada de él, no puedo enamorarme de él, no tengo ningún futuro a su lado aunque lo desee.

Él salió del vagón, ¿me estará buscando? No debería poder verme desde donde estoy. Se ve agitado, esta buscando a alguien. Me esta buscando a mi. ¿Por qué lo hace? Tal vez significo algo para él, tal vez el sentimiento de amor es recíproco. Ahora mismo quisiera correr a sus brazos, pero mis piernas no se mueven.

Siempre quise sentir un amor como el que ahora siento por él, siempre he querido experimentar la felicidad de el amor verdadero, pero ahora que lo tengo enfrente no voy por él. Se apoya contra una columna, se ve desesperanzado, mi corazón esta en la misma situación. Pero si no voy hacia ti es por que tengo miedo de ser lastimada, el amor suele hacer eso, y siento que tu rechazo devastaría mi alma.



-Chico

La señora de los boletos puede pudrirse en el infierno, si no le digo gracias no se va a acabar el mundo. Ha de estar amargada por ser tan vieja, fea y atorada en ese empleo de mierda. El comportamiento de las mujeres en verdad que carece de lógica. Como la chica de aquella vez, ¿qué es eso de “no eres quien yo quiero que seas”? ¿de qué diablos habla? Yo soy quien soy, eso debería bastarle a cualquier chica.

En este tipo de días no se ve a mucha gente en las calles y mucho menos en el metro. Tengo la certeza de que el último vagón es el lugar donde no habrá gente tonta que me trate de amargar el día.

Lo veo y no lo creo, pero si es mister “mequedosentadomientrasalguiensiesmacho”. Supongo que es normal que nos encontremos en la misma línea del metro. De alguna manera lo veo como un compadre, ¿botados por la misma chica eh? Pero hay miles en el mundo y puede que haya alguna para ti. Al fin y al cabo las mujeres son raras y habrá alguna lo suficientemente rara para ti y una lo suficientemente hermosa para mi.

Otra estación. Parece que va a llover. No tengo paraguas, bendita suerte tengo. En días como estos no se antoja hacer nada, tan solo deseo que acaben pero suelen ser muy largos. Me sentaré a ver la tele y contaré las horas que faltan para que sea mañana. Deseo que mañana sea un mejor día, en días como estos siento que se desperdicia mi vida.

Alguien viene desde otros vagones. ¡Es la chica esa! ¿Quién sigue ahora? ¿Es que estamos en un programa de Cristina? ¡que pase el amante! Bueno, ya que esta aquí tal vez esto se ponga interesante. Aunque no tengo ganas de hacerle conversación a ninguno de los dos, mi límite de soporte de gente extraña del día de hoy esta al tope.

Hoy se ve muy bonita. Pareciera que va vestida según la ocasión, ese sueterzote que lleva para el frío le queda tan bien, es muy grande para ella y se ve como una niñita, aparte esa bufandita. Hace que desee abrazarla para sentir su calor. Seguro sería un momento muy emotivo. Si no fueras tan tonta podríamos haber vivido eso, podríamos estar en algún otro lugar en este momento. Pero preferiste estar sola, ahora no te enterarás de el amor que soy capaz de mostrar. Era capaz de entregarme por completo a ti, pero nunca sabrás lo que rechazaste.

Otra estación. El incidente de aquel día me tiene muy cambiado, no le he dejado de dar vueltas al asunto. Mas vale que lo olvide pronto, no es bueno aferrarse tanto a las cosas. Pero aún así me siento extraño. No he dejado de ver a las otras chicas como si estuvieran vacías y a mis amigos como si fueran tontos. Tal vez estoy cambiando hacia una nueva vida. ¿Pero por qué razón? ¿es culpa de ella? ¿o tal vez es culpa mía? Debería replantear mi vida. Todo en ella es cómodo, si me pongo a pensar nunca he tenido carencia de nada. Pero obviamente algo me falta, no algo que me puedan dar los demás. Algo que solo yo me puedo dar, ¿qué es ese algo? Algo le falta a mi vida. ¿pero qué?

Otra estación. La chica se baja corriendo. ¿Qué le hicimos o qué? Solo quedamos el compadre y yo. Al fin que ni la queríamos. El se ve dudoso, ¿en qué estará pensando? Corrió atrás de ella. Valiente amigo. Yo me quedó solo aquí ¿y eso qué? Puedo vivir así. No soy un perdedor, es solo que yo deseo otras cosas. Aunque no sé cuales.



Día 3


-Chico

Otra estación. ¡Que bonitas están la nubes hoy! Estoy admirando las nubes. Realmente estoy vacío. ¿A dónde se fue mi personalidad? Estos últimos días no he podido sentir nada, como si todo hubiera perdido su valor. Mi mundo perdió su chispa, mi gente perdió su rostro y mi felicidad se esconde. Algo me está faltando. Siento que tengo un hoyo en el pecho y por él se me escapa la vida.

Esos dos, esos dos me han cambiado. No entiendo por qué han tenido tanto peso en mi vida. El rechazo de esa chica me ha molestado mucho, pero no es por ella. Hubo algo más, algo más que me pegó. “Amor” ¿Será eso? ¿Realmente sé qué es el amor?

¿Desde cuando está él sentado aquí? ¿Está sentado a lado mío y apenas me doy cuenta? Realmente estoy vacío. ¿Qué me puedes decir tú? ¿tú si sabes qué es el amor?

Otra estación. Entra una agradable brisa. Cuando llovizna el ambiente se hace tan agradable.

El destino si existe. Otra vez estamos los tres juntos. Si ellos dos me hicieron esto, ellos dos deben tener la respuesta. ¿Qué me falta? ¿Qué es el amor? Ya no quiero oír el amor de las canciones pop, ya no quiero ver el amor del cine, no quiero el amor censurado quiero el amor verdadero.

Ella debe de conocerlo, en cuanto me vio supo que yo no lo era. Pero eso me confunde, ¿no se supone que el amor a primera vista es mera atracción? ¿qué el amor se alcanza a través de conocer y comprender a la pareja? De ser así yo no podría estar enamorado, ya que no sé nada de ella. Pero aún así ella me ha importado más que otras chicas. De todos modos ¿quién es aquél que puede juzgar lo que es y lo que no es el amor? Entonces es una respuesta que solo yo puedo darme.

Otra estación. Tanto él y yo nos hemos dado la vuelta para seguir a esa chica. ¿Qué tuvimos en común? ¿tenemos una misma percepción de ella? Tan solo la vimos y fuimos detrás de ella, no le hablamos ni preguntamos nada de ella. No fue necesario conocerla para enamorarnos. Entonces el amor a primera vista nos tocó. ¿Qué necesitamos para enamorarnos? ¿qué es eso a lo qué perseguimos? ¿qué representó ella para nosotros? ¿Es acaso esa mi respuesta?

Lo que seguimos, lo que buscamos, lo que deseamos todos los seres humanos. Dinero, amor, fama, tranquilidad, paz. Es aquello que nos mueve, es gracias a ello que vivimos. Un deseo. ¿Cuál es mi deseo? ¿qué quiero yo? En aquel momento la deseé a ella, ¿y antes de conocerla qué deseaba yo? En mi vida siempre he creído tener todo. Tenía amigos, no tenía carencias y no tenía preocupaciones, pero no tenía ese deseo, no he ambicionado ni perseguido nada. Ahora me puedo dar cuenta de lo que siempre me ha faltado. Ella hizo que me percatara de que necesito un camino a seguir. Necesito un propósito en mi vida.

Otra estación. Nos vemos amigos. Supongo que debo agradecerles pero tengo cosas que hacer. Debo formar un camino, debo elegir mi destino.

Realmente el aire de llovizna es reconfortante.



-Chico g

El mundo es un lugar demasiado grande, tiene cupo para toda clase de historias, entre ellas la mía y la de el último vagón. Me pregunto si esa historia tiene fin, o si será un final feliz o un final feliz para mí. Ella se ha vuelto mi felicidad, me ha llenado de sueños y anhelos. Es la primera chica que ha logrado eso, esto es lo que llamo amor.

El último vagón, sabía que no estaría vacío. Ahora ese tipo me agrada, por muy tonto que se pueda ver él me impulsó a decidir dar todo por el amor de ella. Y en estos momentos me esta dando esperanzas de creer que ella vendrá también hoy. Realmente quiero verla. Varios días han pasado desde la última vez que estuvimos aquí, fue un encuentro muy corto, no quiero que su imagen desaparezca de mi mente. ¿Cómo se llamará? ¿qué le gustará? Sé tan poco de ella y quiero saberlo todo, quiero que ella me conozca, quiero llevarla a mil lugares, quiero cantarle, quiero una historia de ella y yo juntos.

Esta chispeando. Ojalá llueva pronto, quiero dar un paseo esta noche y los paseos con lluvia tienen más caché. La luna brillará mucho esta noche, el aire será fragante, la brisa me llenará de vida y el optimismo no se me acabará. Esa chica me ha transformado en un mejor hombre, en un hombre feliz, en un hombre optimista y soñador. Quiero mejorar cada día, quiero ser una mejor persona para ella.

Otra estación. Sabía que vendrías. Se ve hermosa hoy, esa chamarra la hace ver esponjadita y lleva el bolso que tenía la primera vez que la vi. Pero hay algo que moría de ganas de ver, son esos ojos tan profundos y bellos que tiene. Se ve más relajada que aquella vez, tan relajada que se sentó delante de mí, no tendré pena esta vez, te miraré a los ojos, no escaparé al amor y al futuro que me brindas.

Siento que nosotros tres hemos sido amigos de toda la vida, que hemos tenido peleas y reconciliaciones, los veo como a unos amigos, como aquellos que me acompañan en mi historia. En el futuro extrañaré estos días, no debo olvidar jamás las cosas hermosas que vivo, todas forman parte de mi vida, mi única vida. Ustedes ya forman parte de ella.

Otra estación. ¿Qué voy a hacer para que me ame? No puedo hacer lo convencional. Ni ella ni yo somos convencionales. ¿Qué se hace en estos casos? Debo saber llegar a su corazón en un solo golpe. No sabe nada de mi, no sé nada de ella y aún así debo enamorarla. Pero ¿y si el sentimiento es no correspondido? ¿Cómo saber lo que ella siente? Eso es algo que solo ella puede decirme, algo que debe salir desde su corazón. Debo entablar un nexo con ella. Probaré algo que hace tiempo quería hacer, haré un gesto y ella debería devolvérmelo, si lo hace entonces estamos en sintonía. Primero una sonrisa, ahora que me esta viendo. Como supuse, ya tengo su atención.

Los ojos son la puerta del alma, pero cuando veo sus ojos me pierdo en lugar de comunicarme con ella, tan solo quiero saber qué siente por mi, qué significo para ella y qué debo hacer para atraerla. Creí que estaría listo cuando llegara el momento, pero obviamente no lo estoy.

Otra estación. Me cuesta mucho dar el salto. Estoy a punto de dar el clavado pero no puedo evitar retroceder o quedarme parado en el extremo. El final es tan importante en todo, en una canción si te equivocas en el medio no importa mucho pero si te equivocas al final todos te lo recriminaran. Igual es aquí, el compadre de aquí a lado se equivocó y ya resiente su error. Si me equivocó podría ser el fin de esta historia. Pero si no doy el último paso también se acaba todo. Me bajo en la próxima estación, lo que haga debo hacerlo rápido.

Él ya se fue. Ahora que solo estamos tú y yo no pueden darse distracciones, no hay a nadie más a quien ver, ahora solo me quedas tú. Me pregunto si los finales siempre deben de ser tan dramáticos, o tal vez el dramático soy yo. No puede ser tan difícil, solo debo de levantarme y hablarle... y decirle las palabras adecuadas y no trabarme. ¿Por qué el amor es tan complicado?

Su cabello se ve tan lindo, tan sedoso. Acompaña a la perfección a su bello rostro. Con esos labios rosas y esos grandes y hermosos ojos. ¡No te desconcentres! Ya casi me bajo y no he hecho nada, aunque me gustaría que esta momento no acabase nunca, como los sueños que desearía fueran realidad. Esta realidad me parece un sueño.

Otra estación. En estos momentos desearía ser el galante caballero que expresa su amor por la princesa y sale triunfante. Aunque la verdad detesto esa imagen, aquel que cree que puede ganar a todos los demás por que cree que no hay alguien que se le iguale. Siempre me ha gustado pensar que hasta el perdedor puede vencer al victorioso. Ese tipo de esperanza tiene mucho más valor para mí que el ego de los “grandes”, el tipo de gente que quiere ser una buena persona, que no quiere ser un desgraciado con los demás, que procura llevar la felicidad en su vida se me hace mas interesante. Es curioso, pero me doy cuenta que yo no soy así, no soy una buena persona. Ella me hace ser una mejor persona y en verdad quiero serlo, me esfuerzo por serlo.

¿Cómo te ha tratado la vida? ¿qué consideras tú como felicidad? ¿qué es la belleza para ti? Ella tiene toda una historia en su pasado, tiene padres y amigos. Tiene recuerdos, anhelos, sueños y esperanzas al futuro. Ella al igual que yo tiene una vida por contar, tiene razones para todo, tiene problemas y decisiones, tiene sentimientos y pensamientos. Tiene esa sonrisa tan hermosa que no puedo dejar de admirar, tiene unos hermosos ojos que me hacen soñar. Tiene una vida y yo quiero vivirla junto a ella.

Otra estación.



-Chica

Soy muy feliz, pero quiero conocer lo que hay más allá de la felicidad. Quiero enamorarme y no tener miedo, quiero encontrarme con él, esta vez no quiero arrepentirme de nada, esta vez si es necesario yo seré la que irá tras de él.

En este metro tiene que estar él, esta vez haré mis sueños realidad. ¡Sí! Si esta, pero... están los dos, ¿se habrán vuelto amigos? Ambos salieron por mi, ¿se habrán vuelto compañeros de la misma pena? Es halagador. No me debe desconcentrar que estén ambos, yo quiero a solo uno de ellos y voy a ser clara de a quien. ¡Estamos frente a frente! No escaparé a tus miradas, voy a verte directo a los ojos.

Por primera vez lo veo feliz, se ve tan amable cuando esta feliz, tan cariñoso. Aunque puede llegar a dar miedo con sus expresiones de indiferencia estoy segura de que es alguien lindo, cariñoso y cálido. Es alguien a quien le puedo confiar mi felicidad.

Otra estación. Ya han sido tres veces que nos encontramos, pero me pregunto cuántas veces habremos estado tan cerca como ahora y no nos hemos dado cuenta. Compartimos una ruta, compartimos un camino pero no lo hemos caminado juntos. Ahora me gustaría recorrerlo junto a él, quiero que forme parte de mi día a día, quiero conocer lo que él vive al bajarse del metro. Tenemos vidas fuera de este vagón, este es el puente entre él y yo. El metro es en verdad una maravilla.

¡Me sonrió! No se rindió por no haberme encontrado aquella vez, sabe como hacerme feliz. Quiero acercarme a él, así que devolverle la sonrisa es un paso más hacia su corazón. Me cuesta trabajo sostenerle la mirada, me dan unas ganas locas de sonreír y ser feliz, añoraba este momento con él, no puedo creer que antes pensaba que aunque fuésemos mil gentes estaríamos todos desconectados. En este momento siento un vínculo con él mucho más fuerte que el que haya tenido con cualquier otro chico.

Otra estación. El otro chico se va. También se ve feliz, me alegro de que no le haya afectado lo que le dije entonces. No era mala persona, me alegro de que haya estado con nosotros y que haya formado parte de esto. Si llego a tener una relación más profunda con mi amor lo recordaré como el amigo que nos apoyó siempre. Definitivamente no hubiera sido lo mismo sin él.

Ahora solo estamos él y yo, ahora sé que es hoy o nunca. Ósea que a partir de mañana puedo estar viviendo una nueva vida junto con él. Yo quiero eso, debo de dar lo máximo de mi si quiero asegurar un futuro feliz. Ya que estamos juntos tú y yo no saldré a la calle si no es agarrada de tu mano. Será un paso difícil el que debemos dar pero lo daremos juntos. Tenemos mucho tiempo que compartir y muchas cosas por vivir. Este es solo el inicio para ti y para mi, lo prometo.

Otra estación. Nos estamos tardando demasiado en dar el último paso. ¿Quién le va a hablar a quien? ¿Debería sentarme junto a él? Es en este momento donde debo cuidarme de no cometer errores, debo actuar con tranquilidad, debo tranquilizarme pero no desconcentrarme. No puedo darme el lujo de esperar que nos encontremos otro día, ese día podría no llegar jamás. No está mal añorar el pasado, pero no desearía arrepentirme de lo que pudo ser y no fue. Es esto lo que siempre he deseado, conocer al amor de mi vida, si no lo alcanzo hoy me arrepentiré toda la vida.

Yo me acercaré a él, ya lo tengo decidido. Las mujeres también podemos tomar la iniciativa. Debo atacar pero sin perder feminidad. No te me irás esta vez, te seguiré si es necesario.

Otra estación. Él se levanta. Me sonrie, sale tranquilamente del vagón. Se ha detenido, esta esperándome. Siento que yo lo he esperado toda la vida. Ahora lo tengo justo delante de mi, mi sueño nunca se había visto más real, más cerca de mi.



Epílogo


El aire le recorrió la cara, entonces él respiro profundamente. Ese aire era realmente reconfortante.

No había salido para huir, ese era el fin de la historia del último vagón, tenía que escribir su propia historia, tenía que dejar atrás ciertas cosas para abrazar a su futuro. Había decidido ser un mejor hombre, ser más feliz, abrir las ventanas y dejar que la luz entrara a su corazón.

Ella tomo su mano, él se volteó y ambos estuvieron más cerca de lo que jamás habían estado. No dijeron ni una palabra tan solo se miraron el uno al otro, habían soñado con esto desde siempre y no era el momento para excusas o explicaciones, no eran necesarias, no querían encontrar razones tan solo se querían el uno al otro.

Ella se acurrucó entre sus brazos. Él la tomó como si fuera lo más preciado por él. Se abrazaron para compensar todos los momentos de duda y tristeza de su vida. Ella por fin había alcanzado al amor de su vida. Él por fin había comprendido el por qué de su existencia. En ese momento nada más importo, todo el mundo se desvaneció. Tan solo importaban ellos dos, para ella solo existía él y para él solo existía ella. En ese momento todo el dolor y pena se fue con la lluvia, la lluvia estaba limpiando una vida de tristeza. En ese momento tan solo existían ellos dos, solo ellos dos eran reales, solo ellos dos eran sinceros. En ese momento, por primera vez, dos personas realmente... realmente encontraron la felicidad.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Revoluciones.

Una ida al cine con los amigos. ¿Cómo la describirían ustedes? Refrescos, palomitas, tal vez comer cerca del cine y luego cada cabrón pa’ su casa. Yo también la describiría así, pero cuando me vuelvo parte del trío funesto (ósea Omar, Héctor y yo) me vuelvo un bestia con un IQ que no puede ser graduado. El 0 no se promedia. ¬¬

Como habrán adivinado, fuimos al cine. Era el cine o la pista de hielo (ahora agradezco el que no hayamos ido a la pista de hielo, quien sabe cuantas vidas inocentes se salvaron gracias a nuestra ausencia), elegimos el cine. Luego revisamos la cartelera, debatimos les películas y las que posiblemente veríamos iban a ser: La huérfana, ¿Qué sucedió ayer? Y Arrástrame al Infierno. Fuimos a ver esta última, no les cuento nada ya que les haría spoil del final, me conozco.

En el punto de reunión llegué asombrosamente a tiempo y aún más asombrosamente Omar también. Héctor llego 50 minutos tarde. Fue una clara e indirecta mentada de madre hacia nosotros.

La película fue buena, pero lo interesante para ustedes es la audiencia, imagínense, una sala vacía con excepción de nosotros. Cualquiera que viera eso hubiera predicho una masacre para los asientos, desafortunadamente llegaron más personas y dejé de sentirme especial. Luego pasaron los anuncios de las próximas películas y hasta aquí todo era normal. La película tenía momentos de suspenso buenos y nosotros los aderezábamos con comentarios estúpidos. Eso no lo puedo contar, hay que vivirlo.

Luego de eso fuimos a unas mesas que estaban a lado de unas ventanas a descansar un poco y a comentar la película, no puedo creer que con la fortuna que me costó el estúpido refresco me haya tomado menos de la mitad. Luego lo tuve que tomar a regañadientes y eso tuvo sus consecuencias claro está. Fui al baño de la comercial y ahí se sello el destino de lo que pasaría en el resto del día. Ellos dos entraron a la comer y yo los seguí luego. Es un milagro que nadie nos haya corrido del lugar.

Probamos varios sillones y demostramos que los carteles de “No sentarse” nos valían un cacahuate. Peleamos con escobas, Héctor me persiguió con cuchillo en mano y Omar y yo interpretamos la película de “Santo vs Lamia” usando las máscaras de Halloween (Lamia es el demonio de la película que vimos). Hubo una cruenta batalla de almohadas y una más fea que relacionaba rifles, bates de béisbol y una pelota.

Yo no sé por que las comer ya no dan muestras gratis, buscamos y buscamos y no encontramos, luego de ardernos fuimos a la juguetería, tomamos Katanas de juguete de la película de G.I. Joe y rebanamos a los desgraciados Hámster de la película de “Escuadrón no se qué”. Héctor se puso peor que niño chiqueado cuando vio unos monitos que quería, yo obviamente no se los compré. Luego de salir del pasillo donde estaban las Barbies y los juegos de mesa a Héctor le dio hambre. Fuimos a la panadería para que se comprara un pan, luego se me ocurrió la brillante idea del siglo XXI, comprarnos una caja de 6 donitas del chavo del ocho, dos para cada quien, plan perfecto. Unas niñas me empujaron y corrieron, Omar dijo: “vamos por ellas” y tronó TODOS sus dedos, juro que nunca lo había visto tan intimidador, podría jurar que sus ojos se tornaron rojos sangre.

Pero regresando a las donitas, ¿qué sería una cena con donitas sin leche con chocolate? Así que compramos un litro de leche con chocolate, pero no compramos vasos.

Volvimos a nuestra mesa y comimos, en medio de la faena mi mente se aclaró dos segundos y empezé a matarme de la risa. Alguien normal comería pizza y refresco, ¡nosotros comíamos donitas y leche con chocolate!. Luego de explicárselos los tres reímos y seguimos comiendo. Omar vio un perro y casi se orgasmea. Por dios, como si fuera el último perro del mundo.

Lo que pasó luego no es digno de estar aquí. Simplemente lo olvidé pues. Pero fue una típica caminata de regreso a casa con muchas tarugadas de por medio. Fin.

Yo esperé mi camión hacia Taxqueña y fin de la historia. Creo que reinventamos las clásicas reuniones de amigos. ¡Haremos revolución en el mundo!

Antes de decir adiós les pido que le rechiflen la madre a Héctor por que borró las fotos del suceso. Adiós.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Resoluciones Inmediatas

Los Personajes:

-Prinny
-Héctor
-Yo mero

La situación:

Últimos días del semestre. Estamos aburridos. Muy aburridos.

La solución:

Ir al jardín Botánico a hacer despapaye y medio. Hasta aquí no había nada fuera de lo común, los cosas comunes que hace gente común como nosotros (nota del autor: quienes me conozcan sabrán que esto es medio sarcástico). Pero lo que deparaba el día no era común, ni normal o siquiera esperado, es día fue desastrosamente loco, osea divertido.

Pero de esto no quiero hablarles, pero les resumiré lo que paso, muy resumidamente XD:

-Nos perdimos
-Nos encontramos un vago
-Nos metimos a una zanja que no sabíamos como salir
-Parodiamos a Tarzán Rey de la Selva
-Nos arañamos con cactus, palmeras y demás plantas variopintas
-Parodiamos al Señor de los Anillos
-Buscamos escalar a la cima del mundo pero cada vez nos dábamos cuenta que había una cima aún más grande
-Pusimos una bandera en un árbol
-Pedí mi boleto del metro
-Omar no entregó su tarea de Francés
-Encontramos una aguja en un pajar
-Encontramos una tarántula
-No pudimos atraparla
-Perseguimos a la cena
-Volvimos a nuestras raíces más primitivas, cavernícolas y salvajes
-Nos pusimos muy científicos hablando de animales
-Caminamos mucho
-Héctor se quedó dormido en el camión
-Lo despertaron por que tenían que lavarlo
-Recorrimos el camino de la serpiente (dos veces, Kamisama debería darnos un premio)
-En el camino encontramos universitarias sexys
-No le hayamos la cabeza a la serpiente
-Cuando la hayamos no nos dimos cuenta
-Héctor le salvo la vida a Omar
-Yo me vi muy héroe
-Luego muy wey
-Nos arrojamos por la resbaladilla de la muerte
-Se me cayó una galleta ;_;
-Escalamos un mini precipicio
-Brincamos otro mini precipicio
-Héctor se atrevió a brincar el SUPER precipicio, pese a que le dije que no lo hiciera por que el otro lado no parecía seguro
-Todos brincamos el SUPER precipicio al final ¬¬
-Debrayamos sobre el ocho conejo (ya por fin le entendí al debraye)
-La mochila de Héctor sufrió las consecuencias
-Nadie nos pago el derecho de admisión a CU
-Vimos una escultura, yo dije que estaba bonita, los demás que estaba fea


Algunos dirán: "eso hiciste en tus vacaciones?" "Che loco!"
Y yo les diré: "Cuáles vacaciones? si ni habían empezado, todo eso pasó en UN día"

Un día poco común se decidió en un momento, una respuesta instantánea a un pequeño problema. Una resolución inmediata.

Podemos temerle a hacer tonterías, podemos temerle a la vida, podemos preocuparnos por disfrutar de un momento de pendejez, pero si somos felices que más va a importar? podemos ir por el camino seguro, al fin y al cabo todos vamos a llegar a la meta, pero también podemos ir por el camino largo, caminar mucho, perdernos, llegar al final del camino de la serpiente y regresarnos por capricho. Yo les recomiendo arriesgarse más y aventurarse a lo burdo y tonto, quién sabe, tal vez les guste lo que vivirán?

lunes, 17 de agosto de 2009

Hola mundo, cómo estan?

Pues aquí estoy yo con todo y mi mítico ser.

Siempre quise crear un blog... o siquiera saber de que tratan ¬¬, pero una querida amiga me despejo estas dudas y el día de hoy entro a la comunidad bloguera.

Pues que decir, en lugar de poner info inútil de mi persona trataré de exportar algo de mi propio mundo a todos ustedes, unos me seguiran, unos no lo harán, pero eso si al final podrán presumir que aprendieron un par de lecciones de vida.

Interesante propuesta no? Nos veremos aquí cada semana (mas o menos, será cuando me acuerde y tenga ganas de esribir)

Antes de despedirme les agradezco a los lectores y me despido.

Adios... que les valla bieeen!